Por nuestros derechos
Queremos una escuela que represente perfectamente a la comunidad.
Rudy Lozano, citado en el Chicago Tribune el 29 de marzo de 1973
Inspirados en el Movimiento por los derechos civiles en EE. UU., el Movimiento Chicano en el sudoeste, y los movimientos de liberación del hemisferio sur, los jóvenes mexicanos de Pilsen empezaron a organizar su propia lucha para tener el dominio de la comunidad. Los activistas deseaban el acceso a una mejor educación, trabajo y mejores condiciones de vida. También aspiraban al poder político, a tener voz en cómo debían manejarse los asuntos de la escuela, en el vecindario y en la municipalidad.
Rudy Lozano empezó su carrera como activista y organizador mientras era estudiante del Harrison High School en Pilsen. Dirigió una campaña que buscaba presionar a la escuela a enseñar Historia latinx y a contratar a profesores latinxs. Cuando Lozano era estudiante acá en UIC, fue parte de un movimiento que estaba creciendo, que exhortaba a la universidad a que reclutara más estudiantes latinxs y que estableciera un centro cultural para la comunidad latinx del campus. Aunque Lozano y sus compañeros de UIC enfrentaron resistencia a sus pedidos e incluso fueron arrestados durante las protestas, su activismo ayudó a crear el Programa de Reclutamiento Latinoamericano y Servicios Educativos (LARES) y el Centro Cultural Latino Rafael Cintrón Ortiz.
Al mantenerse activo en Pilsen y La Villita, Lozano también ayudó a movilizar las peticiones de la comunidad de una nueva escuela secundaria. La junta de educación de Chicago acordó en 1973 construir la escuela secundaria Benito Juárez para ofrecer un mejor servicio a los estudiantes de la zona.