La lucha continúa
Incluso si mata al hombre, no pueden matar al movimiento.
Volante del Día de los caídos, 1983
El 8 de junio de 1983, Rudy Lozano recibió un disparo y murió en su casa en La Villita. A la edad de 31 años dejó a su esposa Guadalupe y a sus hijos Rudy Jr., Jose, y David, a su hermana Emma, a incontables amigos y camaradas, y un legado importante. La comunidad celebró una procesión hacia la iglesia de San Pío, donde el alcalde Washington y los simpatizantes de Lozano recordaron su contribución a sus vecindarios, a los trabajadores inmigrantes, y a la unificación de los chicagüenses.
Gran parte de la lucha de Rudy Lozano vive en y para sus sucesores y para una nueva generación de activistas y organizadores latinxs.
Los vecindarios de Pilsen y La Villita continúan desarrollándose y cambiando. Mientras que el viejo edificio de Tortillas Del Rey fue recientemente renovado como condominio lujoso, los trabajadores de la empresa de las tortillas El Milagro organizaron una huelga para obtener buenas condiciones laborales durante la pandemia del COVID-19.
El legado de Rudy Lozano fue reconocido por la ciudad de Chicago, y se colocó su nombre a la biblioteca pública de Pilsen y a una escuela pública. El 2021, se declaró el julio 29 como el día de Rodolfo “Rudy” Lozano en Cook County.